La creatividad es lo que tira de la economía. Con lo cual, un creador está casi siempre limitado por un marco, que es económico. Pienso que el verdadero creador es el que puede prescindir del resultado final. Aquél para quién su finalidad es crear, sin tener en cuenta la finalidad del objeto creado. 'Si funciona está obsoleto', como dice una de las definiciones que más me gusta de 'arte'.

La pregunta está muy bien planteada, porque realmente es un fenómeno. Lo que pasa es que en este caso ese fenómeno es fruto de algo que estaba al alacance de todo el mundo, que es un trabajo exhaustivo. Pero hay que hacerlo: tener la idea en el momento adecuado y realizarla, correr el riesgo y saber que las cosas a veces salen bien y a veces salen mal. En el caso de Zara han salido muy bien, como es obvio, ha sido un innovador, un magnífico comunicador, a pesar de no haber dedicado apenas recursos a la publicidad, volcándo todo su esfuerzo en el producto y un sistema pionero y realmente ejemplar de distribución.

Inicié el diseño y distribución de ropa para hombre hace, aproximadamente, tres años. En ese momento tenía solamente seis tiendas, lo que representaba un nivel de distribución muy reducido, dado que la ropa de hombre sólo se distribuía en esas tiendas. A partir de este momento, que vamos a terminar la tienda número veinte, estamos pensando reincorporar denuevo esa moda para hombre con una fuerte relación con la moda que hacemos para mujer: muy andrógina, moderna, funcional y llena de libertad.

Realmente el camino me eligió a mí y no yo a esta profesión. Ha asumido plenamente mi trabajo como diseñador de moda, y aunque parezca un tópico mi primera aspiración es diseñar bien. Por ello lo primero que me planteo como aspiración es que todo lo que se diseñe, aparte del amor que pongas en tu trabajo, sea entendido como algo nuevo. Aquí estriba precisamente la dificultad: algo nuevo que sea aceptado por la gente. Normalmente no ocurre así. Cuando uno crea está expuesto al rechazo de la novedad que implica algo diferente. Por tanto, mi mayor aspiración como diseñador de moda es hacer la ropa más atractiva posible pero, obviamente, con un carácter funcional.

La alta costura es la base de la actual moda, del pret a porter. Cristóbal Balenciaga, modisto de alta costura español por excelencia, no utilizó el marketing jamás. Christian Dior, su competidor francés, que marcó la desaparición de la alta costura al retirarse en el año 1957, sí lo hizo. Su trayectoria tiene todavía, como todos sabemos, una implantación total en el mundo de la moda. La de Balenciaga, tristemente, ha costado mucho más. Quiero decir que en el mundo, ya no de la alta costura, sino de la moda en general, el marketing podríamos decir que ocupa el primer lugar o la primera posición si uno quiere que su moda llegue al público: que se venda.

Actualmente el país importador más importante para mi empresa es México. Durante muchos años Japón ocupaba ese lugar. Otros países, algunos europeos, otros orientales, son habituales compradores de mis diseños. Actualmente estamos negociando con una empresa rusa para establecer relaciones comerciales con ese país. Puntualmente, a través de ferias o contactos esporádicos, exportamos a muchos países, pero sin una continuidad. Estamos tratando, en este momento, de establecer grandes cuentas, como la que tenemos en México, con diferentes países sudamericanos y con Estados Unidos.

Este escándalo puede ser uno más de los muchos que están ocultos porque no se ha investigado sobre ellos. Me parece que la manipulación de las personas y de las cosas es algo que habría que eliminar radicalmente. Si aquí se ha manipulado, habría que plantearse la continuidad de las personas que dirigen el certamen.

Hace unos años estuve invitado por una empresa curtidora de pieles en Dinamarca con varios diseñadores españoles, entre ellos Jesús del Pozo y Roberto Verino, para verificar personalmente el tratamiento que se le daba a los visones en las granjas de aquel país. Yo no soy partidario de la utilización de pieles de animales de los cuales no se utilice la carne para alimentación. Fui muy crítico en aquel viaje, a pesar de comprobar que el tratamiento que se les daba a aquellos animales podía ser incluso correcto. En mi caso, las pieles que utilizo son solamete procedentes de ganado vacuno y de ovejas. El tratamiento que se le da a las pieles en sí mismas (el que nosotros utilizamos) es el que normalmente se llama 'napa', y también el denominado 'ante'.

Pensamos que cuando nos escimos cinco diseñadores habituales de Cibeles de esa pasarela lo hacíamos porque no se daban las condiciones necesarias para que Cibeles pudiera competir con los tres o cuatro desfiles más importantes del mundo. En la pasada edición llegamos al convencimiento de que estas condiciones habían cambiado. Que con un esfuerzo por parte de la Administración y de los diseñadores que nos habíamos ido podíamos hacer subir ese nivel que en su momento consideramos bajo. Esto unido a que el plan de moda que el Gobierno central quiere promover requiere una fuerte unidad de todos nosotros, es lo que ha hecho que en la última edición me haya reincorporado a la Pasarela Cibeles.

Anécdotas hay muchísimas, porque son muchos desfiles. Los desfiles siempre se realizan con la lengua de fuera. Uno quisiera tener mucho más tiempo, que no llegara la hora de tener que salir a la pasarela... pero no es así. Hace unos años, justo en el momento (faltaban unos diez minutos para iniciar el desfile) de salir, nos encontramos con que no habían llegado los zapatos. Tuve que coger un coche y, a toda velocidad, dirigirme al taller en el que los estaban preparando (era en Madrid) y traerlos yo personalmente. Obviamente el desfile empezó con veinte minutos de retraso. Pero empezó, y con zapatos.

Creo que en un sentido o en otro, a todos nos ha afectado lo que ha pasado el 11 de septiembre del año pasado. Yo justo ese día estaba volanedo a las tres de la tarde, cuando se producía el atentado. Al llegar a tierra y me enteré de la magnitud de lo que había ocurrido pensé, como todos, muchas cosas. Desde ese momento, y sobre todo los días más próximos al atentado, me he sentido incluso culpable. Me ha afectado, pues, en mi forma de pensar, de actuar, en la responsabilidad con respecto a los demás y en muchas cosas más. Esto en el plano personal. Profesionalmente creo que no. La repercusión sobre la economía es obvia y evidente, pero creo que es mucho menos importante que esa repercusión sobre el sentimiento de solidaridad que unos y otros hemos asumido a partir de aquella fecha.

Todas las empresas, y todo ser humano, pasan momentos buenos y malos. A veces tener dificultades lo que consigue es motivarte más, que es lo que me pasa a mí. Hace algún tiempo le preguntaban al entrenador del Deportivo, a Irureta, en referencia a un partido contra el Valencia, si el equipo iba a jugar con más presión de lo que lo hacía habitualmente. Él contestó de una forma que a mí me pareció genial: 'cuando juego con mi hijo en la playa de Ondarribia juego con presión total'. A mí me parece estupendo que en cualquier circunstancia uno tenga la tensión alta. Las cosas suben y bajan y creo que en mi caso, mi empresa, si sufre alguna crisis -que ha sufrido muchas- motive que mi concentración y mi presión sean todavía más altas para resolver los problemas que surjan. Por lo de pronto en el presente 2002 vamos a abrir una tienda por mes.

Me hubiera gustado vestir a Audrey Hepburn. Me parece que ese privilegio, que ha tenido Givenchy, heredero de Balenciaga, hubiera sido un honor para mí. Por otra parte, me hubiera apetecido vestir a Woody Allen, cosa a la que no renuncio cuando vuelva a hacer colecciones de hombre.

Es más fácil. Pasas más desapercibido. La mayor parte de los diseñadores son tímidos. No obstante, el color negro es la síntesis de los tres colores primarios, con lo cual -sin saberlo- lo llevas encima. De todas formas, por ejemplo, Giorgio Armani utiliza mucho el blanco y el azul marino. Otros diseñadores como Jean-Paul Gaultier utilizan colores, aunque no son muy definidos en su vestuario, como el marrón.

Yo no creo en la Pasarela Única en Galicia. Por lo menos por el momento. Cibeles y Gaudí están negociando, desde hace algún tiempo, para llegar a un acuerdo sobre una pasarela internacional única. Esto no quiere decir que desaparezca ninguna de las dos. Si en Galicia somos capaces, manteniéndose Cibeles y Gaudí -con la singularidad que las caracteriza a ambas-, de promover un evento a nivel internacional con repercusión internacional, incluso fuera de los calendarios internacionales, contaría totalmente con mi apoyo.

Realmente las ciudades importantes a nivel cultural, social, socio-económico, son las que realmente pueden aportar más al conocimiento de alguien que se dedica a las facetas creativas, o creativo-comerciales. Si vivimos en París o en Londres o en Amberes o en Nueva York o en alguna de las escogidas ciudades de todo el mundo que tienen estas facetas de las que hemos hablado, obviamente para un diseñador -de moda, específicamente hablando- será mucho más positivo para enriquecerse en el conocimiento de lo que le interesa sobre la moda. Otra cosa es que ciudades pequeñas, espacios abiertos o culturas lejanas enriquezcan la creatividad. Pero un diseñador de moda debe radicar en los centros en los que la moda está viva.

Creo que nada es por casualidad. Sería terrible. Creo que el esfuerzo de tanta gente durante tan poco tiempo -no hay que olvidar que en Galicia la tradición textil apenas tiene raices- está dando su fruto y parte de ese fruto es que algunos de los diseñadores gallegos tengan esta repercusión internacional que, según mi criterio, está todavía en los inicios.

La alta costura murió hace tiempo. Precisamente en esto días en que Yves Saint Laurent ha anunciado su retirada, me viene a la memoria la trayectoria, durante más de cien años, de la alta costura, que -por cierto- desaparece con el inicio del pret a porter que Saint Laurent abandera a finales de los años sesenta. Por lo tanto, lo que queda ahora de la alta costura es una reminiscencia de aquel siglo de oro en el que la mujer que tenía acceso a ella era una mujer de lujo -si por lujo se entiende esto- que no debía trabajar, que debería utilizar un vestido para cada ocasión y pagar altísimas cifras por él. En este momento la alta costura es una referencia necesaria para la moda moderna. Se diseña no para vestirse ni para desvestirse. Se diseña para conservar aquella guía que durante tantos años sirvió para que pocos se vistieran y desvistieran y muchos no tuvieran qué ponerse.

Realmente el cine es una fuente de inspiración total para los diseñadores de moda. Por lo menos para mí lo es. De películas cuyo argumento trate exclusívamente sobre el mundo de la moda, la que yo recuerdo en este momento es pret a porter de Robert Altman. Respecto a esta película he oído muchas opiniones: unas positivas, otras negativas; unas a favor, otras en contra. Particularmente a mí me ha gustado y mucho.

Realmente vender moda y vender imagen de un país son cosas particularmente distintas. El relacionar a un país o a una región de un país con una particularidad o con una facultad específica como es el disño de moda es una cuestión de tiempo. Desde Galicia hemos intentado iniciar este camino hace algún tiempo, por que -como contestaba antes a alguna de vuestras preguntas- la industria textil, y menos el diseño de moda, no tienen raíces en Galicia. Este intento de relacionar o asimilar Galicia con el mundo de la moda está dando sus frutos, pero es cuestión de insistir. Las cosas no aparecen solas y debes repetirlas con mucha frecuencia para que, al final, lleguen al ámbito al que realmente deseas.