Si somos capaces de hacer una buena gestión en las ciudades. Si además de lo que actualmente ocurre en A Coruña o en Santiago podemos incluir a Vigo, no cabe duda de que los ciudadanos percibirán que hay otra forma de gobernar y a medio plazo se podría producir ese cambio tranquilo que usted señala.

La lista que presentamos al ayuntamiento de Vigo es una mezcla de profesionales con ideas progresistas y de políticos que han desempeñado en sus cargos con provecho en épocas pasadas. Hemos intentado elegir a personas que por su profesión puedan realizar una buena gestión en el ayuntamiento. Por ejemplo, pensamos en Mauricio Ruiz Ceniceros para Urbanismo por qué es un abogado especialista en esas materias, desempeñando su asesoramiento en la actualidad en el Colegio de Arquitectos y en diversos ayuntamientos. Se presenta también José Carlos Arias, que es catedrático en la facultad de Económicas, donde imparte su asignatura con el beneplácito general. O miembros del PSOE como Miguel Barros, especialmente bien aceptado dentro del partido socialista y con muy buen recuerdo de cuando fue concejal de Educación. Todos, en definitiva, tienen una razón para estar en la lista. No hay ni cuotas ni amiguismo.

Los políticos en general hemos caído en un importante descrédito, en gran parte por las promesas incumplidas. No me parece bien que se prometan cosas de las que uno no está seguro de poder cumplir. Yo he intentado a lo largo de la campaña no realizar promesas porque no sé las que voy a poder cumplir. Habrá que conocer en su momento las necesidades y priorizarlas. Sí he dicho que si nosotros gobernamos lo haremos desde una posición dialogante y tolerante, intentando gobernar para el conjunto de los ciudadanos, administrando con rigor y austeridad, y llevando nuestra ideología socialdemócrata al presupuesto. Es decir, prestándole una prioritaria atención al bienestar social, a la educación y a la cultura.

El urbanismo en Vigo no ha funcionado nada bien. Tenemos una ciudad indisciplinada y cada día se hacen públicas más sentencias de la sala de lo contencioso del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia contrarias a las resoluciones municipales. Es absolutamente imprescindible dotarnos de un instrumento urbanístico y ese es el plan general que debemos de aprobar dentro de los plazos determinados. En segundo lugar, y con ese instrumento, no se pueden tolerar las infracciones urbanísticas. Si algún departamento municipal requiere una importante modificación esa es la Gerencia de Urbanismo, especialmente lenta en la concesión de las licencias, lo que da lugar a todo tipo de disfunciones. Los vigueses, creo, no estamos de acuerdo con el anárquico urbanismo de nuestra ciudad. Y es una de las tareas prioritarias en la función del gobierno.

Es difícil priorizar cuáles son los problemas, a título descriptivo, le voy a señalar tres, sin perjuicio de que sean o no los principales. En primer lugar, la lejanía, no sólo física, sino de todo tipo que existe entre las personas que viven en las parroquias semirrurales y los habitantes del centro. Tenemos que hacer un esfuerzo de acercamiento por la vía de la mejora del transporte, la integración en programas culturales comunes, etc. En definitiva, romper la <i>insularidad</i>. En segundo término, debenos de robustecer los elementos de concordia entre los políticos que nos permitan afrontar proyectos comunes. Y en tercer lugar, creo que es muy necesario dotar al ayuntamiento de un sistema de organización del que carece, dándole a los funcionarios el papel que les corresponde y a los políticos el suyo.

Lo he mencionado siempre que he hablado de infraestructuras. Dejar sin terminar el mal llamado primer cinturón no tiene ninguna razonabilidad, creo que es la primera de las grandes obras que se debía de llevar a cabo. Si tuviese responsabilidades de gobierno intentaría que el ministerio de Fomento contemplase las soluciones en el próximo presupuesto. No tengo capacidad técnica para saber cúal es la mejor de las soluciones, pero creo, con las cautelas que le digo, que se debe llevar la entrada y la salida en túnel.

Creo que, efectivamente, hay cuestiones que sirven para una ciudad y para otra. Lo que ocurre es que en nuestra ciudad no se han puesto en práctica. Devolver la credibilidad en la política y en los políticos sirve para todos, pero en Vigo se hace especialmente necesario. Dotar de organización al ayuntamiento, efectivamente, es necesario para todos. Pero no en todos existe la desorganización del nuestro. En mi opinión, y perdone por la primera persona, conozco los problemas del ayuntamiento de Vigo. Llevo más de un año recorriendo las parroquias y oyendo a gente, día a día, todas las tardes. Hemos confeccionado una candidatura sin exclusiones y con el único objetivo de buscar buenos profesionales. Desde septiembre hemos presentado a los medios de comunicación propuestas sectoriales después de oir a todos los interlocutores. Puede estar seguro que hemos trabajado mucho. Podrá no estar de acuerdo con nuestras propuestas, pero existen.

Hay pactos posibles, y pactos inviables. Entre estos últimos no es posible el pacto con el Partido Popular por razones obvias. Y tampoco con Progresistas Vigueses del señor Soto, por creer que nos diferencias cuestiones esenciales Sin perjuicio de ello, una vez llegado al ayuntamiento, tenemos que intentar que gobierno y oposición se pongan de acuerdo en las cuestiones esenciales. Por ejemplo, si gobernamos nosotros, nos gustaría contar con la ayuda de los miembros del PP para negociar con Madrid y con la Xunta.

No soy un rey mago que pueda llevar cosas para ningún sitio. conozco muy bien Coia desde hace muchos años cuando defendí a cientos de chicos que habían caído en la droga o en la delincuencia. Sé de los problemas sociológicos que produjo la creación de un barrio tan populoso desde la nada. A lo largo de esta campaña electoral he dicho que hay dos barrios que necesitan una atención preferente: Teis y Coia. Para Coia tenemos muchos proyectos, pero no sabemos como andaremos de financiación. El barrio ha envejecido y son necesarias muchas más plazas para centros de día para mayores, dotaciones sociales como un centro cultural o una piscina cubierta. Pero repito, eso dependerá de la financiación que logremos. No quiero despertar más esperanza de que sepan que queremos hacer de Coia un barrio donde aumente la calidad de vida. Creo que existe una deuda con el barrio y nos gustaría intentar pagarla.

No puedo estar de acuerdo con usted. Como ciudadano participé en las labores en las que participaron los ciudadanos, limpiando y ofreciéndonos. Como candidato, organizamos grupos de limpieza y nos ofrecimos al ayuntamiento verbalmente y por escrito para todo lo que nos pudiera necesitar. Como político, allí donde pude puse de manifiesto mi opinión sobre lo sucedido. Lo que sí hice fue dejar de hacer política en el período más crítico del desastre, porque me pareció que la sociedad estaba de luto y no era momento de más política que de la que del desastre se trataba. No le quepa la menor duda que intenté hacer lo poco que podía hacer.

Un ayuntamiento tiene escasas competencias para la lucha contra el narcotráfico. Pero en cualquier caso no dejaremos pasar nunca la ocación para rechazar la práctica de la venta de drogas. Desde el ayuntamiento sí se puede hacer una política importante de ayuda a los drogodependientes. En estos momentos, hay más de 1.400 jóvenes en Vigo en programas de mantenimiento con metadona, a los que hay que atender e intentar integrar en programas de deshabituación. Es una práctica relativamente corriente que en las grandes fiestas <i>rave</i> se consuman pastillas. Los datos estadísticos no son buenos. No debe de bajarse nunca la guardia en programas preventivos contra el uso de drogas. Debemos de convertirnos en un ayuntamiento pionero en prevención y rehabilitación.

Efectivamente, las encuestas que se conocen hasta ahora dan una mayoría relativa al PP. Pero sin embargo, si sumamos los votos de las opciones Bloque y PSOE, éstas parecen que son mayoritarias. Es muy difícil analizar las razones del voto de los ciudadanos. Hay en las sociedades del primer mundo, de forma bastante pareja, un porcentaje cada vez menor de militantes de la derecha y un porcentaje, también cada vez menor, de militantes de la izquierda, y en el medio exixte un gran porcentaje de la población que se mueve o balancea muy lentamente, alternando en líneas generales, sus opciones. Hay ciclos más largos o menores dependiendo del éxito de los que gobiernan. Si en Vigo gobernase un alcalde popular y lo hiciera bien tendría el apoyo mayoritario de los ciudadanos, de la misma forma que si fuera un alcalde del PSOE. Eso explica lo que ocurre en A Coruña, Santiago, Lugo, Pontevedra y Ourense.

Mantengo, y el PSOE mantiene, una posición de base contraria a los rellenos, tratándose de un puerto interior como el nuestro. En el supuesto del relleno que se pretende es que además es innecesario, el puerto tiene que resolver sus problemas de almacenamiento de otra forma, al igual que el de los calados suponiendo que existiera como problema. Algunos maximalizan la cuestión señalando que es imprescindible para crecer. ¿Yo me pregunto? Si tuviera que seguir creciendo, ¿haríamos puerto en las playas? ¿Hasta dónde el crecimiento? La obligacion del puerto es optimizar lo que tiene, copiar de la organización portuaria de otras ciudades, desalojar el puerto de elementos de almacenamiento estables. En definitiva, optimizar los usos y no crispar la ciudad.